QUIZÁS MAÑANA SON MIS TRES PALABRAS FAVORITAS

Porque por mucho que lo desee no soy de hacer promesas imposibles, soy dueña de un millón de quizás y creciendo sin pausa. No me gusta ser mentirosa con las personas, aunque con la gente suelo ser bastante embustera; creo que no lo puedo evitar, es uno de esos instantes que se alargan sin control en el que solo soy capaz de ver lo malo, lo más ambiguo que sincero y lo tramposo. Calumnias, a pesar de todo, pero no importa, está bien.

Aún queda fuelle para que este corazón continué latiendo. 

No quiero tener esa desdeñosa necesidad de hablar para saber que me pasa, no me apetece ponerme a conversar conmigo misma. Es doloroso y pesa demasiado sobre mis hombros, aunque sé de sobra que ya los tengo encima, como fantasmas de todos aquellos deseos a los que asesine por no perseguir. 

Off y bajando sin frenos, el dilema continuo de mi vida.