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A veces necesitamos algo, pero a veces no podemos llegar a saber qué. [Alguna página de nuestro libro favorito que nos haga rememorar el momento en el que vivimos la historia como si fuera nuestra o alguna página de un libro desconocido que nos obligue a buscar el significado de una nueva aventura. Algún minuto de una serie fabulosa donde los tulipanes blancos lleguen por la mano del hombre como mensaje de Dios o algún capítulo anterior de aquella que has dejado por deplorable. Alguna nota discordante en algún disco años ha de nuestra infancia o algo nuevo que te haga sentir un poco menos sola aunque un poco más vacío -Stargazer, Sam Way-. Revisar las notas nunca escritas de esa mala historia si escrita en la juventud o tomarla por las anillas y hacerle un lavado de cara completo. La idea de un pequeño felino en la compañía de los días más fríos y amados, solitarios, o el pesar de la libertad.] Cuando existen esos días de no llegar a saber qué ocurre con uno mismo, siempre podemos

A ritmo de Adele. Hello, how are you ? Maneras de llamar que nunca llegarán, cartas nunca mandadas, borradores, páginas rotas de cuentos que nunca llegaron a existir. {...}

Sia, Septiembre y el frío viniendo desde Agosto. But it's ok. Aprender día a día la virtud del respirar hondo y continuar mirando adelante, con un cigarrillo o dos de menos, las manos mojadas por dos o tres tormentas de verano y la sensación de encontrarse en un estado capícua: de delante a atrás es la misma mierda personal cada día.

Ni más ni menos, tan solo exactamente aquello que necesitaría.  Nunca fue una persona ingenua, quizás algo inocente pero escasamente la ingenuidad encontraba cabida de manera consciente en su mente. No le era complicado ser práctica, realista, lógica, encontrarle el lado plano a las cosas cuando era necesario que fueran encontrados; lo consideraba un don apenas poseedor de encanto.  Ser así no era bonito, al menos no la mayor parte de las veces. Nadie se sentía cómodo cuando debía darse de bruces con la realidad de manera voluntaria, ella por el contrario vivía tan apegada al suelo que la incomodidad venía cuando se tomaba la licencia de imaginar más allá de lo que consideraba apropiado. Y sin embargo no siempre todo estaba ocupado por aquella lógica. Parte de su cabeza tenía un área sagrada, un pequeño espacio donde podía permitirse fantasear cuando la apoyaba contra la almohada y el silencio de la noche la animaba a caminar hacia allí, apenas interrumpido por el canto de l

Vivía con la melancolía impresa en las venas. Tenía sus días buenos y sus días malos, como cualquier otra persona, pero en alguna de las veinticuatro horas que tiene una jornada la necesidad de inspirar hondo la acuciaba. Necesidad, pura, al notar como el pequeño agujero que notaba en el centro de su pecho se abría un poco más, como si de repente tuviese vida propia y decidiese hacerse notar en la manera de un latido. Pero doloroso. Como si tuviese dos órganos vitales, pero uno tan minúsculo y lánguido que tan solo hacia acto de presencia para bombear melancolía por todo su cuerpo. A veces sentía melancolía de una sencilla taza de té caliente, mangas largas de una sudadera que cubriera sus manos y alguna tarde de lluvia en la que escuchase el repiquetear del agua sobre el toldo del patio.  Otras veces era un poco más complicada.  Un café a las tres y media. Una tarde tiradas en la calle sin hacer más que reír. Una noche de películas en una cama de uno veinticinco. El repique

Toda persona cuenta con una lógica.  Lo cual puede parecer ilógico partiendo de la base de la existencia de impulsos y sentimientos que no siguen la lógica, que sencillamente son, que sencillamente nos hacen actuar de una manera o de otra en determinados momentos.  Pero incluso dentro de la ilógica que contienen los impulsos, existe una lógica básica y apenas perceptible en común. La lógica independiente, quizás, o quizás es algo menos capaz de ser definido. Pero partiendo del colchón de saber que cada persona siente, padece y tiene una realidad diferente a la del resto, el mero uso de la empatía y el poder ponerse en el lugar de quien tienes delante podría provoca el sencillo gesto de conseguir entender la lógica de las personas.  Entender. No compartir . Diferencia de términos, términos claramente diferentes. Probablemente ha llegado al punto de ser tan asquerosamente lógica y fría que le encuentro el término posible a absolutamente todo. ¿Qué tal un guantazo de algo

I've asked God for a sign of a forgiveness. A specific one: a white tulip.

A veces no todo necesita un título.  A veces sencillamente no es el día o la semana, quizás tampoco es el mes porque un año sería demasiado no ser , con la posibilidad más que refutable de que no es un no sino un te ha tocado lo malo hoy, mañana, pasado mañana y el mes entero.  A veces no vas a saber explicar porque al abrir los ojos has sabido que sería un día en el que querrías continuar dentro de la cama, al abrigo de las sábanas y en la penumbra que la persiana bajada te regala, sin exterior, tú y tus demonios interiores permaneciendo a salvo. Esos días por norma no sueles tenerlos, pero qué no darías tú ello, aunque solo fuese un día.  A veces te cansas de la costumbre.  A veces te asustas de lo que puede venir.  A veces te preocupa tu propia apatía, pero siempre te preocupa menos que el hecho de forzarte de alguna manera a que todo te dé un poco igual para no salir herida; porque las cosas duelen, aunque a veces no tú lo esperabas. No es indecisión, no es un ahora si

Me prometo escribir, ante todo. Me prometo leer más libros de los que pueda almacenar en mi mesita de noche. Me prometo seguir encontrando esos detalles tontos que me hagan sonreír de manera inesperada.  Me prometo aguantar.  Me prometo no derramar lágrimas por quien no las merece y derramar más de una por aquella que si. Me prometo viajar más.  Me prometo pensar menos o imaginar más.  Me prometo tener el pelo azul. Pronto. Me prometo pisar Barcelona y hacerlo para quedarme.  Me prometo quejarme menos del calor este verano.  Me prometo dejar los y si, pero, quizás y puede ser a un lado. Me prometo tener todos los tatuajes que quiera y los kilitos de más que me vengan bien. Me prometo madrugar de noche y madrugar de día. Me prometo tener un gato naranja. Me prometo volver a enamorarme tan fuerte que duela. Me prometo perderme más físicamente que emocionalmente. Me prometo permitirme abrazarme a la almohada y llorar cuando tenga las hormonas locas.  Me

We live in cities you'll never see on-screen   Not very pretty But we sure know how to run things Living in ruins of a palace within my dreams And you know we're on each other's team -A veces hay demasiadas cosas para contarlas todas en un solo día. –comentó Rosse, con una nota tan amarga en su voz que causo la preocupación de Daniel. Se percató del destello que había en los ojos de su mejor amiga, un destello resignado que la hacía parecer mucho más mayor. -Entonce tendremos que sacarle esa hora escondida al día.  Rosse miró a Daniel y la sonrisa que se dibujaba en el rostro del muchacho provocó que aquel destello se retirara por el momento para dejar paso a una inevitable sonrisa. “Sacarle la hora escondida al día” era una de las frases que más se decían el uno al otro antaño, cuando tenían cosas importantes que contarse y necesitaban estar a solas para ello. Era una clave secreta, una manera de decirse que no importaba lo ocupados que pudieran

Inspirar.  Expirar.  Inspirar.  Expirar. Y así se convierten en algo mecánico los días.  No recuerdo cuando leí aquella frase tan mítica, ni sé de donde fue sacada, solo sé que decía algo así como  ¿Estás vivo o solo respiras?  Y en su momento no llegué a entenderla. Por pura lógica, para estar vivo has de respirar y tan solo respirando estas vivo.  Quizás ahora, en este momento en el que tengo claro que solo respiro, puedo llegar a entender lo muerta en vida que estoy.

Cualquier desgaste al que una persona se someta durante un lapso de tiempo indefinido en una sucesión de días continuos, agota.  Te desligas. Cada pequeño lazo que podía unirte a aquellos que quisiste acaba siendo cortado por cada pequeña increpación, cada desplante, cada despreciación hacia algo que para ti es verídico. Dicen que la realidad para cada persona es independiente, un pequeño mundo con una pequeña verdad en ocasiones común a un colectivo. Quizás solo es aquello que llaman karma, quizás siempre lo has merecido y lo han estado guardando para el momento adecuado.  Y cada pequeña lágrima que acaricia la piel de tus mejillas arderá, pero no más que cada lágrima aguantada por tener que aparentar que eres tan fuerte como nunca llegaste a ser.  Y cada inspiración por la que aguantes y te digas que continúes manteniendo la cabeza alta acabará ahogándote sin remedio.  Pero estarás bien .

En la que yo sabía escribir. Sencillo.  Conciso.  Una época en la que pequeños híbridos de lo imposible jugaban sin peligro entre demonios y Big Daddies.  Donde subía desde las profundidades del mar más oscuro al cielo más luminoso jamás visto por un mortal, donde fuegos fatuos guiaban el camino a cualquier castillo maldito, hogar de amables y crueles criaturas.  Donde se le daban cuadernos de muerte a niñas de pelo blanco y vivos ojos.  Donde no importaban los latidos de un muerto corazón tras los hilos del tiempo.  Donde jugueteros tiraban de los hilos cortados de sus muñecas hechas carne y hueso.  Donde jóvenes sin cualidades algunas se convertían en pequeños héroes para pequeñas niñas, testigos de poderosos amores sujetos a la voluntad de una conciencia escasamente lúcida.  Donde cabía la posibilidad a despertar muerto en cada amanecer y vivo al anochecer, un poco más fría, un poco más intensa. Donde los espejos no eran lugares en los que poder encontrarse si

Melancolía en las venas.  No más, ni menos tampoco.  No pesa, más bien se siente liviana.  Fríamente liviana.

Cuando dicen que no se debe juzgar un libro por su portada, estrictamente hablando de libros me pregunto que pretenden entonces que juzguemos puesto que de todos es sabidos que lo primero que nos entra por los ojos de un libro es exactamente eso, la portada.  En este caso a mi me llama la atención el nuevo diseño para las portadas de las próximas ediciones de Cazadores de Sombras, ya que leí aquí  que no es tan solo un nuevo diseño de portadas, sino que cada libro contendrá nuevo material (que ese es otro tema al que me trae hoy a despotricar un poquito, MALDITOSEDITORESYMALDITACLARE).  La primera portada en cuestión es la siguiente:  Fea a decir basta.  No me gusta en absoluto y esto es una opinión personal, realmente no le veo nada mínimamente decente para pensar que podría resultar atractiva. Para empezar el color me parece bastante feo en conjunto con el color de las letras amarillas sobre esa runa que poco pinta ahí, aunque para gustos colores y en mi opinión si est

No soy una persona dada a la cocina. No me gusta, no se me da bien, no se lleva con mi patosismo natural para acabar sana y salva después de preparar algo. Usualmente, mis manos siempre encuentran motivos para acabar cortadas, quemadas, machadas, pilladas contra puertas, etc cuando decido hacer uso de mis escasos conocimientos culinarios JAJAJA  y preparar algo que resulte comestible. Ojo, no soy algo nulo en la cocina, pero aprender a hacer pasta a los quince no se compara a aprender a hacer un huevo frito a los veintidos. Yendo al meollo del asunto, esta semana me dio por querer hacer galleta s .  — Y quien dice esta semana dice que llevaba desde Diciembre intentando que mi madre aceptase a comprarme un tarro de Nutella, un tarro, ya me diréis qué tiene de especial —, así que me puse a ello. Se trataba de algo sencillo y claro: —Un vaso de Nutella. —Un vaso de harina. —Un huevo Tres ingredientes, echar todo en un cuenco — el huevo sin cascara, que nos conocemos —, remove

Es lo que a menudo se me viene a la cabeza cuando aleatoriamente me da por subir cosas a este tan desierto mi blog - mío porque lo he creado yo, vamos, básicamente - y dentro de x tiempo me digo voy a subir algo más, veo las visitas de la entrada anterior y se me queda al cara. Situación:  8 visitas en una entrada.  Teniendo en base que una de esas 8 visitas es mía, porque he de coger el enlace para pegarlo en twitter - porque si, a mi me gusta publicar en mi personal lo que publico en el blog, ¿pa' que tenerlo si no? - y contando con que contabilice tal visita, quedan 7 visitas.  7 personas que abren el enlace y, supongo, leen la entrada porque claro, ¿para qué vas a abrir algo que no te interesa?  Quizás para ver qué chorrada he subido así por encima.  Bien, quitemos dos visitas y dejémoslo en un número mínimo de 5 personas que hayan leído la entrada barra desvarío del momento  ¿Quiénes?  ¿Tú lo sabes? Si, tú, quien sea que estés leyendo ahora mismo esta

Siempre se ha dicho que los lunes son los días perfectos para iniciar cosas, algo que yo no entiendo , así que la noche del domingo es la noche perfecta para pasarte las horas pensando qué vas a hacer al día siguiente una vez te has metido en la cama y esperas a ese billete diario al mundo de los sueños. Así básicamente me encontraba anoche, 2:00 de la madrugada ( cofcoftrescofcof) y contando las horas que me quedarían para despertarme a las 9:00, una hora razonablemente perfecta para desayunar, hacer algo de deporte, ducharte, limpiar y tener el resto de la mañana libre para estudiar. Pretensiones Pero queridos amigos, la realidad dista mucho de que acabe siendo una persona que se levanta temprano, desayuna, hace deporte, etc etc - Por favor, ya os he soltado el rollo, no me dejéis repetirme - sino que más bien alguna de las polaridades naturales del planeta en el que vivimos a mi me ha de afectar de manera inversa, ya que mi mañana ha sido más bien:  —Despertarme a las