CAP. 18 - AL CAER LA NOCHE

[  Déjame fuera, con la basura, esto no es lo que hago.

Este no es el lugar correcto para estar pensando en ti. 

Es un mal momento para alguien nuevo. 

Es un crimen pequeño y no tengo ninguna excusa. 

¿Está bien para ti?

Arrojar mi arma lejos cuando está cargada. 

Si no disparas, ¿cómo se supone que la mantendrás? 

¿Está bien para ti? 

Para ti…  ]

Podía apreciar perfectamente su aliento contra sus propios labios, el temblor de su cuerpo inexperto reaccionando al contacto de su mano contra su mejilla, como sus párpados se cerraban poco a poco al compás de los suyos mientras el espacio que quedaba entre ellos desaparecía lentamente…

Y todo se rompió con brusquedad. 

(...)

Permaneció confuso durante unos instantes, aquellos que necesitó para cerciorarse de que en realidad todo había sido producto de una quimera y de que no había vuelto a estar en su habitación desde la noche anterior, desde él mismo la despidió. 

Pero, increíblemente, deseaba con tanta intensidad que la realidad fuera un sueño aún a pesar de ser consciente de lo que deseaba, aún a pesar de saber que no sería posible intercambiar aquellas dimensiones y conseguir vivir en aquellos sueños que tanto parecían desear torturarle (...) Gruñó, como lo haría un hombre desesperado por sus propios anhelos. ¿¡En qué momento se había dejado convertir en lo que ahora era!? Una vaga sombra de la grandiosidad que había tenido antaño, pisoteada tan solo por la ilusión de una chiquilla en su desquiciada mente. Porque si, tenía que estar realmente loco para continuar perdiendo la cabeza de aquella forma en sus sueños y, cuando la realidad por fin se imponía, morderse el labio inferior intentando encontrar algún rastro de su aliento. 

Como si la necesitara aún a pesar de lo mucho que se lo negaba a sí mismo llegado el momento de despertar de aquellos desquiciantes sueños que, a pesar de lo mucho que los odiaba, volverían a acompañarle al caer la noche una vez más.