HELLO 2013

A veces me da por dármelas de original e ir en contra del resto del mundo, así que aquí es mi contribución a todos esos balances que hemos visto durante el día de ayer de lo que fue el ya marchado 2012. Este es mi saludo, bienvenida, advertencia y amenaza para este 2013 que apenas acaba de empezar.


Ahora mismo eres como un libro nuevo, totalmente cerrado y aún con ese olor característico que nos deja saber que nadie te ha leído. Pero todo el mundo sabe que en tu interior estás en blanco, que no hay ni una sola página que nos permita vislumbrar que nos tienes preparado. Más o menos como el libro de Ofelia.
Y aún así me las doy de pitonisa y me atrevo a vaticinar que serás MI año, ese en el que por fin podré decir que me he encontrado a mí misma; tu predecesor dejó el listón muy alto emocionalmente hablando, ya que no creo haber vivido más en lo poco que lo he hecho en ese Año Viejo
A pesar de todo, tú serás ese nuevo año en el que pueda decir que continuo manteniendo cerca a quien me quiere y lejos a quien me quiere aún más, ese en el que siga demostrando que se puede amar a más de una persona a la vez pero nunca tan desquiciadoramente como a una sola, ese en el que siga creciendo un poco más sin dejar de ser la niña que adoro ser, ese en el que me importe aún menos lo que piensen de mí y aún menos lo que pienso yo misma. 
Y si, quiero reír, llorar, cantar, saltar, bailar, emborrachar, caer, hundir, levantar, volver a caer, pensar, imaginar, perder, ganar, realizar, crear, destruir [ME
Serás ese año funesto y de mal agüero en el que, todo sin dejar de vaticinar, centre toda mi existencia en mi, yo, yo misma y moi; que creo merecer quererme -y odiarme, por supuesto- un poco MUCHO más.   Por supuesto, seguiré siendo la misma de siempre pero sin serlo. YO ME ENTIENDO. ¿Ves, querido y odiado 2013? Ya empiezo a practicar. Y sé que dejaré de esperar nada de nadie y empezaré a superar mis expectativas cada medianoche, así como desterraré mi manía de devorar libros para comenzar a seleccionar uno a uno aquellos que quiero llevar muy dentro aunque todos sabemos que la gula siempre ha sido uno de mis pecados capitales favoritos. Esa mezcla de guluria. 
Y si, quiero pecar de ingenua y que dentro de 365 días lea esto y me ría de mi inconsciencia, pero, por ahora, solo me queda decir: 
HELLO 2013.

Comentarios