CAP. 10 - PASO A PASO

Estaba seguro que, entre toda su familia, a quién más le perseguían los recuerdos de los actos pasados era a su hermano y eso era algo que no podía ocultar fácilmente. Reacciones como la que acababa de tener lo delataban, aunque el problema radicaba en qué, precisamente, no se sabía con total exactitud cómo podía reaccionar después. De momento, parecía mantenerse atento y el hombre se preguntó si no se debía a la tregua que habían forjado entre ellos. Una tregua sumamente delicada. 

-¿Crees que podrías hacerme un retrato de la niña? 
-Es una petición un tanto extraña, pero no veo por qué no debería darle el gusto a mi querido hermano mayor de satisfacer dicha petición. –contestó él, y su tono de voz dejaba claro que, más pronto que tarde, debería darle todas las explicaciones que deseara obtener.


Le agradeció el gesto con una sonrisa de cortesía y salió del estudio, dejándolo inmerso en sus propias dudas y sospechas. No podía perder el tiempo imaginando qué era lo que su hermano pequeño pensaría, puesto que él mismo debía solucionar el extraño misterio que se le había presentado esa mañana. Porque resultaba sumamente confuso que una humana a la que nunca había visto llevara un anillo que era de su propiedad, algo que le pertenecía y que, ahora, deseaba recuperar a toda costa. Pero sabía que recuperar el anillo de plata que ella llevaba en su dedo anular izquierdo no le quitaría de la cabeza la determinación de averiguar el motivo por el que lo tenía, ni tampoco quién era realmente aquella chiquilla. Porque, para colmo, había algo en ella que se le hacía dolorosamente conocido y, por una vez en toda su existencia, deseo estar equivocado y ser capaz de dejar descansar a los muertos.

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