Adiós a ella, no a este año.

Y es que es fácil despedirse de un año. Los vamos perdiendo uno tras otro, día a día sabiendo desde pequeños que no pasa nada, porque cuando un año se marcha llega otro nuevo. 

Pero hay despedidas que son mucho más difíciles de dar. Y aunque quizás con los años he aprendido a darlas cuando se merecen, no por ello resultan fáciles y sé que aún me quedarán días en los que no asimile que esa despedida llegó ayer, o quizás esas dos noches anteriores al tomar su mano pensando "hasta mañana" con la inocencia de quien desconoce lo que esta por llegar pronto, más pronto de lo que debería.

Pero hay cosas de las que no podré despedirme nunca. 

Como del sabor de ese puchero tan particular que siempre preparaba, siempre el plato favorito porque nadie más en el mundo sabe ni sabrá hacerlo igual.

De esas tardes sentadas al sol en invierno. 

De las regañinas por llegar hasta las orejas de barro y suciedad.

De los recados, siempre con un "se me ha olvidado esto" al llegar de la compra. 

De lo bien que olíadespués de regar o arreglar la puerta de casa.

Del sonido de las pasas picándose mientras pintaba sobre el poyete de una vieja ventana. 

Del calor de haber tenido donde cobijarme cuando más lo necesitaba.

Del sabor de un plato de comida siempre en la mesa. 

Del olor de toda una vida luchando por su familia, por sus amigos, por sus seres más queridos sin esperar nada a cambio.

Es complicado recordar todo lo que hace unas horas pretendía plasmar por escrito. Las palabras se me acaban haciendo un lío en los dedos, quizás porque lo más sencillo que puedo decir no encuentro la valentía aún para hacerlo. 

Dicen que el tiempo todo lo cura pero sé que para esto no hay una cura. Un remiendo quizás, coser una herida que no dejará de sangrar por la ausencia de quienes nos han visto crecer y ya han marchado, pero con la que sé aprenderé a vivir. Porque ejemplo de lucha y superación es la huella que ha dejado en este lugar, en todos aquellos que la conocieron y quisieron, en todos los que siempre le querremos.